CULTURA

 *Segunda entrega anticipada del libro que llevo escribiendo desde hace tres años y veremos cuando lo terminaré con los relatos de 40 años de dedicación al periodismo primero en Radio Gandia SER y luego en Canal 9.* (Tot lo bo còsta...)

¡Los sábados, milagro!

Antes de relatarle el siguiente acontecimiento le pongo en situación. Primeros años de la década prodigiosa de 1980. Todavía no existían los teléfonos móviles para informar. Había que recurrir a una línea microfónica de pago que instalaba ocasionalmente Telefónica  o a un teléfono público de monedas y esperar a poder tener visión de la cancha de baloncesto, por ejemplo, para no tergiversar la información. Gandía tenía a dos de los mejores equipos de la Primera Provincial el Dinos -Nou Bàsquet Gandia y el CB Gandia. Yo informaba del Dinos y Andrés Puig de la Muela del CB Gandia.Era el paso previo a militar en una categoría nacional.

Uno de los escasos pabellones en el que jugaban era la Salle-Paterna. Partido: la Salle contra el Dinos.Sábado a las 5 de la tarde.Nos desplazamos Herme Amorós y yo para retransmitir en directo el encuentro, una locura más por nuestra parte, ya que no sabíamos exactamente cómo pero lo habíamos publicitado durante la semana. M. A. Picornell retransmitía los partidos del C.F. Gandia por línea microfónica pero el baloncesto despegó  ese año y no teníamos tanta capacidad como para contratar una microfónica que entonces costaba un importante dispendio.

Mi amigo “MacGyver” Amorós tenía soluciones para todo.Relájese y siga leyendo. 

El Pabellón de la Salle estaba en un primer piso que cuando se saltaba el balón retumbaba en todo el recinto. Yo durante la semana le pedí un favor al encargado del pabellón y era que me dejara conectar con un teléfono público de monedas que había a la entrada pero no se veía la pista.Herme había pensado en una solución chapucera pero efectiva. Consistía en pinchar el teléfono con un cable que tenía dos pinzas y que se enganchaban a la parte microfónica del teléfono, desmontando la carcasa inferior y con un cable de unos 50 metros lo llevó hasta la única grada que había, lo conectó a la consola “Itame” que era el transmisor de la narración con el micrófono  vestido con el tapavientos de esponja, amarillo y azul distintivo de la SER.Y así lo hicimos había que narrar el partido. Pero sólo existía  un inconveniente, que no tenía retorno ni podía comunicarme en directo con Radio Gandia. Había que encomendarse a la divina providencia para que no se cortara la señal de la línea. El pabellón estaba en Paterna   junto al colegio de los Salesianos.En la radio estaba José Gorrita al mando de la retransmisión técnicamente.

Herme encaró el coche unidad móvil hacia Gandia y como la retransmisión fue por la Onda Media la radio del coche cogía a duras penas la señal de Radio Gandia, él entraba y salía del pabellón para cerciorarse de que estábamos en el aire.

Cuando llegó el descanso  desmontó el invento, colocó la carcasa, habló con Gorrita y unos minutos antes de comenzar la segunda parte volvió a conectar el cable. Desde aquí llamaba el técnico desde la radio para no tener que estar depositando monedas durante todo el partido, era como una llamada a cobro revertido.Todo salió perfectamente.El señor del pabellón nos hizo el favor de estar atento para que nadie se acercara al teléfono e interrumpiera la retransmisión, cuestión difícil por que había cinco seguidores jóvenes de la Salle en la grada y nadie más.Ganó el Dinos y la tarde fue redonda. Al señor del pabellón le regalamos una bolsa con merchandising de Radio Gandia y la SER como agradecimiento, puesto que  no quiso dinero.

¿Fue un milagro o no? alguna vez más lo repetimos pero era complicado. Hoy con un smartphone se puede transmitir  imagen y sonido en tiempo real desde Sydney(Australia) a Gandia (València) sin ninguna dificultad. Lo nuestro tenía mérito porque la imaginación suple a la dificultad. Si se quiere, se puede. Otra historia ya es el cómo se conseguía.

Dedico la próxima entrega a nuestro  CF Gandia: el ascenso a 2ªB de 1985/86.

Tras acabar la temporada en primera posición el CF Gandia se ganó el derecho a jugar el play-off de ascenso a 2ª B.Una categoría nacional y con mucha más relevancia de la que ahora tiene puesto que sólo había dos grupos de 20 equipos. Divida imaginariamente España con una línea en  diagonal saliendo desde Girona pasando por Madrid y llegando a Huelva. La parte derecha era el grupo sur y la izquierda el grupo norte.El CF Gandia se ganó el ascenso al grupo sur. Los dos rivales a batir fueron: primero el Langreo (Asturiano) y después el Maspalomas (Canario).

Voy a contarles el partido contra el Langreo disputado en Sama de Langreo, ciudad pequeña a unos pocos kilómetros de Oviedo que tenía la minería, la ganadería y la agricultura como principales actividades.

El partido se disputó un domingo por la tarde finalizando el mes de mayo.Miguel Ángel Picornell viajó el viernes en el autobús del equipo, yo con el  autobús de los 60 aficionados que se animaron a cruzar el país para apoyar al equipo y esperanzados en obtener un buen resultado tras el 3 a 1 de la ida en Gandia

Recorrimos la nada despreciable cantidad de 855 kilómetros, parando un par de veces, tardamos en torno a 9 horas.Vetusta (Oviedo) nos encantó y cenamos estupendamente.

Vamos al partido. El campo de fútbol estaba en las afueras en un valle de la parroquia de Sama de Langreo rodeado de  montañas que tenían un suelo de hierba tupida y corta de color verde oscuro y unos árboles altos y frondosos como hayas, abedules, castaños y robles conformando una espesura que llegaba casi hasta la cumbre. Por el camino interrumpimos la paz de unas grandes y preciosas vacas que unas sentadas y otras de pie, rumiaban y miraban el autobús con toda paz pero sorprendidas por tanto agetreo de vehículos pasando por la carretera, eso sí indiferentes. La capacidad del estadio era de unas 3.000 personas.Hacia las 15 '30h  llegó el CF Gandia al “circo romano”, no es despectivo, ahora entenderán el porqué de tal comparación. Unos 50 aficionados jóvenes les esperaban para increparles, se trataba de jóvenes entre 15 y 25 años. Les llamaron de todo menos guapos.

Miguel Angel y yo que nos habíamos desplazado con el equipo, entramos le preguntó  al encargado del recinto por la cabina de retransmisiones. El estadio era como el Guillermo Olagüe, una grada cubierta ,los dos fondos y la grada de enfrente tenían cinco escalones y todo al descubierto.En uno de los corners había una  construcción con forma de cubo de  ladrillo con unos cinco metros de altura, al que se accedía por una escalera de ladrillos también y se entraba a un cubículo de 3 de ancho por 5 de largo, más o menos con una gran ventana que daba al campo, pero carecía de acristalamiento. Subimos y Migel Ángel comprobó que estaba colgando el cable de la línea microfónica, un respiro. Montó la consola “Itame” y se comunicó con  nuestro técnico en Radio Gandia a través de la línea microfónica lo más avanzado de la época, conectamos el receptor del walkie que yo iba a utilizar, para ayudar en la retransmisión a pie de campo.Hacia las 16h, el partido era a las 17h comenzó el sufrimiento.

En menos de media hora se llenó el estadio. Sama de Langreo era el típico pueblo asturiano en el que la gente trabajaba en la minería, la ganadería y la agricultura.Gente ruda y fornida que desde el primer momento en acceder al escenario soltaron toda una serie de improperios cuando los 60 aficionados gandienses ya se habían ubicado en la parte baja de la grada cubierta y a la altura del medio campo.Yo estaba entre ellos walkie en mano. Lindezas como:”No vais a salir de aquí”,  “Hijos de P…”,  “ Os vamos a destrozar jodidos” y no entraré en más detalles porque otros improperios eran escatológicos y soeces. Arreciaron insultos sobre todo cuando los jugadores del C.F. Gandia salieron al calentamiento. Se metían con los aficionados gandienses porque una buena parte de ellos iba vestida con una camiseta blanquiazul.Ya los habían ubicado. Yo estaba a pie de campo en el primer escalón de la grada cubierta y con la afición gandiense.

Miguel Ángel estaba en la torre vigía, descrita anteriormente, me llamó la atención que los  ocupantes  del fondo izquierdo, más una parte de la tribuna cubierta se giraron hacia la cabina  y señalando con el brazo le llamaban a Picornell:“Afonicucu, cabrón” entendí que en “bable” asturiano (Dialecto del castellano propio de Asturias).Periodista se denominaba despectivamente “afonicucu”; “afonicucu, mamón irás al paredón” y todo tipo de lindezas  durante  el partido.  Para terminar de arreglarlo cuando llevaríamos  unos tres minutos de encuentro, en la grada de enfrente descubierta, sonó un trueno que nos dejó perplejos. Nosotros estábamos acostumbrados a los masclets pero aquello más parecía un cartucho de dinamita que un petardo por el ensordecedor ruido, el humo blanco que se esparció en el ambiente y  tembló la grada. Eso se repitió cada diez minutos más o menos  en distintos lugares del campo. La gente estaba desatada y trataba de infundir el miedo en los jugadores visitantes para sacar tajada. Pero no surtió el efecto deseado. La Unión Popular de Langreo quedó eliminada por el equipo de Quique Hernández, entrenador del C.F. Gandia. El CF Gandia ganó en casa por 3 a 1 y perdió  la vuelta en Langreo por 1 a 0. Otras 9 horas para llegar a Gandia hacia las 4 de la madrugada en el autobús de los aficionados, ya pensando en que equipo nos tocaría ese lunes  para la eliminatoria definitiva, le correspondió el Maspalomas(Canario) en el sorteo celebrado en la R.F.E.F. (Real Federación Española de Fútbol).