El tren pasa una vez y si no lo tomas lo hace de largo. Pedro Sánchez y Diana Morant, Presidente y Ministra, perdieron ayer una gran oportunidad para mostrar complicidad, empatía y afecto hacia los ciudadanos de la Comunitat Valenciana en uno de los días más duros, tristes y complicados de nuestra historia.
Si Sánchez aterrizó a las 12 en Barajas, un par de horas después, pongamos a las 14 horas podían él y la Ministra y Candidata a la Generalitat, Diana Morant, haber aterrizado en helicóptero en València y dirigirse a Paiporta donde son 40 las víctimas de la catástrofe y mostrar su empatía, solidaridad y afecto hacia unas personas sumidas en el duelo y la consternación. Acompañados por Carlos Mazón a quien hubieran obligado a dar la cara a pie de desgracia, arrastrado por el hecho de la venida del presidente y la ministra.
Sánchez hubiera ganado muchos enteros con este gesto y no va sobrado de apoyos externos, ni la ministra poniéndose a disposición de Mazón para ayudar en lo que sea, al tiempo que la gente vería que no todo son enfrentamientos y diatribas.No todos son iguales.
Para hoy anuncian su visita, pero no haberlo hecho ayer, aunque hubieran tenido que recibir, protestas y críticas fruto de la frustración y desesperación de las personas afectadas. Sánchez aterrizó hacia las 12 horas en Barajas procedente de la India más valor y mérito, olvidar el cansancio y abanderar aunque sea gestualmente, por unas horas la complicidad y cariño hacia los 92 fallecidos, más las personas desaparecidas y sus familias, así como con quienes se han quedado sin nada y con el barro dentro de sus casas, tirados en cualquier sitio o ayer no pudieron ni volver a sus casas con sus seres queridos.
Hoy comenzamos el duelo de una catástrofe sin precedentes ya son más muertos que en la riada de 1957, otro motivo para acercarse a València cuanto antes.El tren de la empatía y el cariño ante tanto dolor pasa una vez y ya no vuelve o te subes o pasa de largo y repito, ya no vuelve.
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