Fuego y LLama
(Foc i Flama)
Una mascletà fuera de València en Madrid con falleras, boato y madrileños con blusón, no se le ocurrió ni a Luís García Berlanga para desgracia suya.
Lo comprobamos el fin de semana pasado con la mascletà del Manzanares disparada en Madrid. Díaz Ayuso y Maria José Catalá, Presidenta de la C.M.y Alcaldesa de la capital del “Cap i Casal” a quienes representan, buscaron una excusa ,como la conmemoración de una victoria política del PP o algo así, en ambos lugares, para disparar algo tan valencià como una mascletà, lejos de la tierra que la parió.
Espero que los centralistas no se apropien de ese espectáculo por orden y gracia de su excelentísima autoridad autonómica y la alcaldesa de València no se convierta en exportadora insigne de nuestras tradiciones. El espectáculo fue como…“llançar una corbella damunt d’un piano de cua: inaudit i fora de lloc.”
Es como pasear la insigne Macarena sevillana bajo palio y llevada por sus costaleros el 15 de agosto por las calles de Sama de Langreo (Asturias): frívolo,extemporáneo, procaz y anacrónico por ser educado.
Esperanza Macarena
Una señora madrileña a la que entrevistaron para el Telediario de la 1 tras asistir al disparo de la pólvora dijo “la macletà es bonita en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia pero aquí no le pega ni con cola”.
Los más sorprendidos, acongojados y estupefactos fueron los patos del río Manzanares que pensaron por un momento, pues ellos huyeron de Kiev, que la guerra había regresado.
Patos del Manzanares
Las tradiciones adquieren esa calificación porque pertenecen a un lugar, un tiempo y unas personas que lo implantan y repiten durante el paso de los años .Una tradición no resiste la externalización por mucho que unas divas de la política se empeñen en frivolidades excéntricas.
He tardado cinco días en escribir mi opinión para no hacerlo en caliente y verter mis impresiones , pero por más vueltas que le he dado al tema, sigo con la primera impresión ( ingrata sorpresa).
Si el motivo era celebrar una victoria política podían haber escenificado unos chotis madrileños y unes dansades valencianes en la Plaza Mayor madrileña, digo yo. Pero mezclar les falles y la política me parece inaudito y deplorable.
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